Es sabido que el universo cabe en una gota de tinta. Si también hay agua, el universo ya es multiverso. Aparece el pincel y ocurre lo innumerable, todos los seres.
Así lo cuenta el tao: en el vacío primordial surge el 1, luego el 2, el 3… y entonces, los 10.000 seres. Para Les8 el vacío primordial es el papel.
¿Cómo presentar a Les8 sin incurrir en sus disparates? Cuando se les pregunta qué hay en esas pinturas, desparraman:
Un paisaje que no comienza y no termina, un espacio ilimitado y un fluir…
Cosas que intento que pasen y otras que simplemente pasan.
Montañas de colores, paisajes brumosos y hojas de plátano.
Una suma de círculos, triángulos y rectángulos. Empastados, a veces indistinguibles, representan un instante después del Big Bang.
Lo que no se pinta con tinta, como la nieve.
Exploraba lo no esperado, como un tallo de crisantemo tan largo que no tiene hojas.
A partir de lo que aparece, sigo. Cuando pinto, me voy de viaje.
Les8 son apasionados y reflexivos. Disfrutan indagando:
La inteligencia del agua en los paisajes brumosos, las transparencias…
El pincel largo de pelo duro y loco.
El viaje hacia los negros en un paisaje yerto.
Cómo dialogan entre sí las pinceladas.
Y tantas otras cosas de provecho que ocurren en la pintura. Les8 escuchan a la tinta y la dejan ser, para que aparezcan
reflejos en el agua, juncos, rocas, un sauce, cielo, pájaros, trazos secos sobre el fondo húmedo, viento
o
lo que sucede en el espacio entre dos manchas hechas en un mismo gesto de direcciones opuestas.
Uno de Les8 salta desde sus montañas; otro usa el negro éticamente, cuando ya no le queda otro remedio; hay quien se desinhibe con el gran formato entre árboles y pinta con escobas y fregonas; otro pinta con dos ballenas cruzando el cielo de su casa…
Tampoco son ocho, son los que se congreguen. Esta vez se juntaron nueve alrededor de ¿una súplica? Háblame como la tinta.